Thursday, May 04, 2006

expansión del límite


la noche se queda no se va se queda enganchada por el reverso del espejo del día la noche está en el café con leche en el cigarrillo en ese mirar el cielo en la nube en la gota de lluvia en el viento fuerte de repente en el billete metropòlitano en la canción en la resaca en la canción que habla de la resaca en el sueño que se ha vuelto lento un mismo sueño soñado durante casi todo el sueño el recuerdo del sueño
la noche es esa cabeza de estatua perdida llena de polvo que va rodando por la acera es la flor pisada las palomas que beben agua en la fuente y el ayer escondido pero la noche en el café con leche en las palabras tan presente en este sol los párpados beben este aire nadan el aire que beben se esconden y la noche que les llena se apodera de ellos del resto de los ojos de la mirada la noche se queda no se va enganchada en el café con leche unas gotas no queda más otra cafetera y la noche queda en el café con leche en otro cigarrillo en el fuego del mechero en la desproporción electrodoméstica y las nubes que vienen a este balcón dejan sus lágrimas llenas de noche comen el sol del día tan lleno de noche el sol que se hace más intenso se pone justo encima y la noche en las pestañas en la lengua en el gesto inoportuno está enganchada la noche y la voz la voz de la noche de las nubes que se van y sus lágrimas ya guardadas en potes llenos de polvo llenos de noche y la cabeza de estatua rota golpeada por las piernas de los pasos en la acera y el resto de la estatua rota ahí esperando en el horizonte donde también queda noche el sol ya se va haciendo rojo cansado toca el mar todo se apaga la noche se va comiendo todo se multiplica se mete en los charcos en las orillas en las ventanas en las luces eléctricas en la desproporción electrodómestica lo va devorando todo ya no queda nada que no sea noche y el día se queda no se va se queda enganchado en la luz reflejada de las pupilas en el fuego de las velas de los mecheros en cigarrillos en gafas de sol amarillas desde donde el día está aún en el cielo en la estatua que anda por la acera chocando con los brazos y las piernas con todos los gestos de otros seres que eran pasos en el día

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